Hay que saber llegar, para poder conocer la vida,
hay que saber arriesgarse para luego conocer las cosas nuevas que tienen los días,
hay que saber mirar, para ver los pequeños detalles,
hay que saber escuchar, para poder sentir lo que se puede escuchar
hay que saber tocar, para poder reconocer nuestro alrededor.
Cuando niño iba al patio, buscaba chanchitos de tierra, formaba familias, estados sociales, e incluso los adoptaba llevándolos a mi casa, después obviamente se llenaba de chanchitos de tierra, y una vez, trate de criar arañas, han logrado contemplar como envuelven a su presa, pero en vivo, eso si que es cuatico, después mi abuela se murio, habia ochorromil arañas por toda la casa, y recordar que traíamos pasajeros en cajitas de remedio, porque sentía que tenían que llegar más rápido a mi casa, porque pensaba, mmmmm, se demorarán mucho y se cansarán harto saltando hasta mi casa, y los recogia y los metía en cajitas de remedio, por lo general eran saltamontes.
Cuando niños, somos revoltosos, somos curiosos, y nos preguntamos el porque de las cosas, crecemos, y sentimos que lo conocemos todo como para no seguir preguntando, y asumimos todo, acaso ¿esa curiosidad de la vida se pierde?.
En fin, cuidencen.
Y el otoño toco mi puerta, y me presento una brisa tibia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Oliis amiguito!!:D
m gusto :)
Oe gracias x siempre tar ahi cuando te nececito y para siempre subirme el animo ;)
TKM, no te lo olvides!!
eres maaaaxiimo :D
beshito=*
cuidate!!:D
un abrazo fuuerte de distancia :P
Alee
Publicar un comentario